domingo, 9 de octubre de 2011

El Jardinero Fiel

TÍTULO ORIGINAL: The Constant Gardener
AÑO: 2005
DURACIÓN: 128 min.
PAÍS: UK
DIRECTOR: Fernando Meirelles
GUIÓN: Jeffrey Caine (Novela: John Le Carré)
MÚSICA: Alberto Iglesias
FOTOGRAFÍA: César Charlone
REPARTO: Ralph Fiennes, Rachel Weisz, Danny Huston, Hubert Koundé, Sidede Onyulo, Bill Nighy, Gerard McSorley, Daniele Harford, Pete Postlethwaite
PRODUCTORA: Coproducción GB-Kenia-Alemania; Focus Features
GÉNERO: Thriller. Intriga. Drama





By comparison with the reality, my story is as tame as a holiday postcard.

Esa fue la frase con la que John Le Carré definió su novela, The Constant Gardener, basada en un hecho real ocurrido en Kano, Nigeria, y en la que se basa esta película. Una película acerca de grandes corporaciones, gobiernos, corrupción, empatía y amor. La historia arranca con la muerte en misteriosas circunstancias de la esposa de un diplomático inglés. A partir de entonces algunas extrañas circunstancias le llevan a él a empezar a seguirle la pista al trabajo que ella estaba realizando, y a descubrir una conspiración de alto nivel para proteger los intereses de una farmacéutica. 


El tema que trata no es nada desconocido para la mayoría de la población, aunque se trata de algo tan habitual en el imaginario popular que es fácil caer en una cierta insensibilidad y en el error de asumirlo como elemento inevitable del funcionamiento del mundo. Quizá en manos de otros podría haber quedado en un simple thriller con un fondo que olvidar en cuanto llegan los créditos, pero Meirelles no es cualquiera. Su película, lejos de ser perfecta, es contundente, como ya lo había sido Ciudad de Dios.  Es esa contundencia lo que marca la diferencia con otras obras que intentan lo mismo y se quedan en meras anécdotas. Meirelles, apoyándose en el propio entorno de Kenia, en su gente y mediante una realización tremendamente cercana, consigue implicar al espectador en lo que está viendo, sentirse participe, y sentir empatía hacia ellos como si de nuestros vecinos inmediatos se tratase. 

Tanto Ralph Fiennes como Rachel Weisz están a un nivel espectacular, siendo en todo momento uno el contrapunto del otro. Ralph Fiennes calmado, casi tímido, con una actuación basada en detalles, mientras que ella es puro fuego, apasionada y llena de determinación. La química entre ambos es enorme, ayudando a hacer creíble una historia de amor muy bien narrada y que, conforme se acerca al final, acaba siendo tremendamente emotiva. 

Al final si hay algo que flojea es la intriga política. A Meirelles le interesa más la denuncia social y la historia de amor, le interesa la evolución del personaje de Ralph Fiennes por encima de los detalles de la conspiración o del misterio. Aunque en apariencia sea un thriller, a Meirelles no le interesa demasiado el thriller. 


Aquí hay gran cine, no durante el 100% del metraje, pero si el suficiente para recomendársela a todo el mundo. Encontrareis una preciosa historia de amor, un recordatorio de algo que está ocurriendo en el mundo real y, para completar, un pequeño thriller. 


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