viernes, 23 de septiembre de 2011

Crítica, Retrospectiva a "El Árbol de la Vida" y a la vida del violador de trece enanas.

 Faltome llevar uno de estos al cine, cagon ros.

Esta no va a ser una crítica al uso. Requerirá el uso de vuestra mente para acompañarme por un viaje único hacia el interior de la mente (¡fuck yeah!). Si quereis solo leer la crítica, bajad a las letras gigantes en negrita y subrayadas.

Imaginemos a Terrence Malick en su casa. No le conozco personalmente, pero imaginémonos a un señor triste y solitario, al cuál no le gusta mucho salir de casa ni hacer amigos. Este señor se dedica a sacar fotos de paisajes, a pasar el día en google y en la wikipedia leyéndose cosas, y, de vez en cuando, hace una película. Por ejemplo, hace casi cuarenta años se le ocurrió un buen día hacer una historia sobre una matanza ahí en Texas: "Malas Tierras". Ya había escrito algún guión (días ahí aburridos, en los que fuera llovía y se le mojaba su supercámara de fotos) y hecho un corto o algo así. Pues va el tío y se hace una película. Y joder, ¿no tiene derecho? Mucha gente pensaba que sí, que lo tenía, y él también. Imaginaoslo, es un tipo haciendo una película. ¿Qué hay de malo en eso? Nada. La cosa no le sale mal a Malick. Gana en San Sebastián, y cinco años después se casca otra película, "Días de Cielo". ¡Bien por Terrence! Esta ya suena todavía a más premios, y el tipo incluso consigue que un verdadero genio como es Ennio Morricone le componga la banda sonora. Todo le sale a pedir de boca.

Entonces, llega la sorpresa, el giro que revierte toda esta historia: pasan veinte años.

They tuc ar joobbs!!

Terrence pasa dieciocho años encerrado en un manicomio en Carolina del Sur por agredir sexualmente a trece enanas. Algunos dicen que era inocente, otros que no quiero investigar que ocurre en ese periodo de tiempo así que me invento una tontería enorme para justificar el vacío argumental en el hiatus en la carrera de Malick. Sea. En cualquier caso, cuando vuelve, Terrence decide elaborar una nueva película. Se llamará "La Delgada Línea Roja" y la protagonizará Adrien Brody. O eso ocurriría en teoría, claro, porque después de grabar más de dos mil horas de cinta entre las que se incluyen algo menos de novecientas horas de un mono, el papel de Adrien Brody se ve reducido a una mierda y de golpe el protagonista (si es que la película tuviera uno) pasa a ser Jim Caviezel. Ya sabeis, Jesús. Sin comerlo ni beberlo, se apunta a esta película to cristo: Travolta, Clooney, Penn, y muchos otros que paso de enumerar pero que son suficientemente conocidos. Malick no se lo puede creer. El tío acababa de salir de un manicomio por violar a trece mujeres pequeñas, y de golpe todo jolivud quiere trabajar con él. No podemos culparle por alegrarse, joer. Malick solo quería hacer una película bélica y por fin podía hacerla. Llevaba veinte años esperando su momento.

La película no está tan mal, pero le ocurre lo mismo que a otra de su predecesor y mejor amigo, también violador aunque este de mentes, Stanley Kubrick. Como "La Chaqueta Metálica", "La Delgada Línea Roja" se convierte en una película irregular llena de altibajos y grandes momentos. Las decisiones de fusilar su propio guión en la sala de montaje le siguen pesando, ¿pero qué importa? No es que sea una mala película en general. La película se hostia en algunos premios, pero a mucha gente le gusta y aparece una nueva saga de adoradores. "Malick es un genio, por eso solo nos regala una película por década". O "Malick nos hace viajar al interior de nuestras basura inhumana y resurgir como aves feníxes, brillantes y purgados de la mancha de la sociedad". Cosas de esas, ya sabeis.

Hola, me llamo Sean Penn y no sé que hago en esta película.
Por favor, si alguien lo averigua que me mande un mail a spdontknow@gmail.com 
o que me llame al 666666660. Gracias.

Tras el parón que supone la promoción de la película, Terence llega a casa y se para a pensar. Es el primer descanso que tiene desde que salió del sanatorio, y no acaba de explicarse que coño ha pasado. O sea, es consciente de que ha tenido suerte, claro. Sino, ¿por qué todo el mundo le dora la píldora? Él conoce los fallos que tienen sus películas, joder. Las ve y lo sabe. Le gusta demasiado la fotografía, no puede controlarse, pero coño, ¡no tiene sentido rodar cincuenta horas para quedarte dos! Es obvio que esas cosas no están bien... Entonces, ¿cómo es que medio jolivud quiere casarse con él? No selo explica. Hace calculos, medita, consigue opiniones varias y, entonces, sufre una revelación que le descubre el por qué. El sentido de la vida.

Se trata de una simple ecuación. Suma fotografía kubrickiana con ser muy poco prolífico y te sale, ¡tadá! ¡Pedantería por doquier!

Esta revelación resulta demoledora. Terence no sabe muy bien como afrontar esta situación. A él le apetece hacer otra película, joer. Lleva veinte años esperando ese momento, y aunque es un tipo solitario y aburrido, le entretiene sacar fotos. Así que elige esperar un poco, ir rodando despacito, para ver si sigue sonando la flauta. Decide hacer "El Nuevo Mundo".

 Sorry, Terry, pero se te adelanto la Disney.

Por desgracia no la he visto (en realidad, tampoco las dos primeras. Soy así de guay). Así que supongamos que esta crítica tiene interferencias. DBhfjfhfvhavhafcgscgf hgjrhgjhshdhd shfgvffhgfhd ghfdhd... Sí, una película curiosa, ¿verdad que si? Todos estaréis de acuerdo. Pero es la película peor recibida por la crítica, por el público, y empieza a encontrarse que hay gente que no le aguanta ya sus patochadas,. Terrence se da cuenta de que la gallina de los huevos de oro puede acabarse, por desgracia para él, así que llega a una conclusión. Hay que exprimir la naranja bien mientras le quede zumo.

Para que entendais esto, simplemente diré. Se estrenó este viernes "El Arbol de la Vida" en España. No se si en USA está estrenada o no (limitada seguro), pero vamos, no hace tanto. Ya ha rodado otra película (sale Barden de cura y Jessica Chastain por ahí de nuevo). Está en teoría en las salas de montaje. Y, atención, ¡está rodando otra ahora mismo! Otra vez con Christian Bale.

¿Es o no evidente que Terrence se ha dado cuenta de la que se avecina? Sabe que se le acaba el chollo, lo sabe. Así que quiere disfrutar del tiempo que le queda. Y para hacerlo, Terrence decide dar rienda suelta a sus ideas más divertidad, hecho con lo cuál yo no tendría queja ninguna, excepto por...

 EL ARBOL ESTE DE LA VIDA
 ¡La virgen, al fin se pone a hablar de la película!
Tuve a punto de meterte de hostias, coño.
PD: El Árbol no es el de ahí atrás, eh.

Porque tengo muchos problemas. Cientos. Pero veamos, voy a empezar por lo bueno, por lo que perdono a Terrence su instinto de preservación. No es mucho.

Primero, Terrence, gracias por los dinosaurios. Gracias. Gracias. Gracias.

Segundo, Brad Pitt. El tío está cojonudo, hay que reconocerlo todo. Se casca un papelón, se zampa la pantalla cada vez que sale. 

Tercero, momentos aislados. La cena en la que el niño dice lo de cállate, el pequeño momento en que contempla el gato del coche con su padre debajo. El sadismo del disparo en el dedo, absurdo pero tan infantil como él solo. El microsegundo en que sale Sean Penn (¡delirante!) o Jessica Chastain en modo pasivo agresivo. La película, no puede negarse, tiene perlas en su interior. Aisladas, escasas, pero perlas al fin y al cabo.

Siempre nos quedará isla Nublar.

Ya terminé.

El problema de esta película es Terrence Malick, pero no podemos culparle a él. O sea, si pero no. Terrence solo es un hombre. Él solo quiere dedicarse a lo suyo, a lo que le gusta. Sacar fotos con el sol de fondo, contar lo que a él le sale del nabo... En esta ocasión, se le ocurrió que un drama de época podría tener un preludio diez años después, un interludio con el origen del cosmos sacado en su mayoría de Hubble, y un epílogo robado a Perdidos. Su idea es interconectar el origen del universo con el sentido de la vida, el origen de la familia, lo instintivo y lo más basico de los seres humanos. Hablar de la vida como la creada por un dios evolutivo o algo así. Polleces, que coño. Su objetivo se lo dejo a sus fans y a su viuda si es que la tiene, porque me cagon la leche... Merece la muerte por esto.

Técnicamente, como con su hermano gemelo Stanley, hay poco que criticar, excepto sus puñeteros ticks. Si los del otro eran planos eternos vacíos, los de este son cortes absurdos en planos que resultan de lo más molestos (y luego hablan de Bay, pero bien que a Terrence le gusta cambiar de plano y sin razón alguna). Por lo demás, fotografía de cagate y no te menees, vacío existencial absoluto y carencia alguna del sentido del ritmo.

Sumemosle ademas otro tick, de montaje: Hola............................. Me llamo............................... Terrence Malick............................... y me gusta............................. separar.......................... la voz................... en off...................... mucho.

Dios santo, que suplicio.

Juro por dios que llega salir la cosa planetaria esta otra vez más y quemo la sala.

Para mas inri, Malick decide automutilar su historia. Introduce a Sean Penn sin ningún sentido (¡era el protagonista originalmente!) que sale en dos escenas basicamente, una al principio, otra al final, ninguna con ningun sentido, y en una microescena delirante que no tiene ninguna lógica de montaje y da la sensación de que se la olvidaron por allí. Es un plano de él sentado. Sin más. En mitad de la película. Toma ya, Terrence.

El guión está mutilado. Carece de lógica excepto en pequeños rincones, en pequeños detalles. Su macropropuesta es tan pedante que ronda el insulto, pero encima está creada como una criba: es más divertido comprobar los momentos en los que la gente abandona la sala que la película en si misma. El arranque, que es muy fuerte de cara a las retiradas, y el final, que es demoledor y ridículo e intolerable para la mayoría. Es uno de los finales más ridículos de la historia del cine. Sin concesiones ninguna, es así. Ridículo. Oh, y con varios fundidos en negro a lo "El Retorno del Rey", de esos falsos endings que tanto nos gustan. Pero da igual, al final como algunos nos descojonamos de alivio, algunos aplauden. Este mundo es genial.

En fin. ¿Habeis llegado hasta aquí? No sé muy bien para que, muchachos. Todo esto ha sido un viaje interior hacia mi culo, donde me he rascado un almorrana hasta hacerla sangrar. En eso se resume este post, en serio. En tocarme una herida sangrante, en intentar explicar porque, porque me gasté 6€ en esto en vez de ahorrarlos para, ¡no sé! un buen cubata. No lo sé. Quise haceros ver, o hacerme ver, que entiendo a Terrence. Le entiendo. Te entiendo Terry, te entiendo. Yo, al ver como mi carrera podía desaparecer en un soplo si alguien se daba cuenta de que solo estaba allí porque me molaba el tema también intentaría crear un cisma entre mis críticos y mis seguidores. Yo también les daría un montón de material absurdo a mis fans para que se entretuvieran y me alabasen, e ignoraría a mis críticos puesto que esos iban  a odiarme tarde o temprano. Vale. Pero, ¿Terrence? ¿No podrías haberle dado a esta patraña, no sé, sentido? 

¿Eh, Terrence? ¿Un poquito de puto sentido?

Pues eso. Tras esta catarsis, solo me queda daros las gracias al mejor estilo del Terry más loco. No, no es Malick. Es...


Ah, y de propina, un consejo que ya no es PASIVO AGRESIVO, es un consejo antes de darte dos hostias Terry. Si quieres meter dinosaurios, si tienes esos cojones, hazlo sabiendo que ya hubo un maestro antes de ti, joder. ¡COJONES!


1 comentario:

  1. O dios, dos veces he dicho pasivo agresivo en la crítica. Soy un pobre literato :(.

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