martes, 27 de septiembre de 2011

Noche en el Museo 2

 TÍTULO ORIGINAL: Night at the Museum: Battle of the Smithsonian
AÑO: 2009 
DURACIÓN: 105 min
PAÍS: USA
DIRECTOR: Shawn Levy
GUIÓN: Robert Ben Garant, Thomas Lennon
MÚSICA: Alan Silvestri
FOTOGRAFÍA: John Schwartzman
REPARTO: Ben Stiller, Amy Adams, Ricky Gervais, Owen Wilson, Robin Williams, Bill Hader, Hank Azaria, Steve Coogan, Christopher Guest, Jonah Hill
PRODUCTORA: 20th Century Fox / 1492 Pictures / Museum Canada Productions
GÉNERO: Comedia. Fantástico 




No hace mucho, en una página sobre fútbol, leí que decir que Thiago (jugador del Barça) ahora mismo no es un "jugador de partidos" sino un "jugador de jugadas", alguien que vive de momentos y no de mostrar sus cualidades de manera continuada. Pues bien, el mayor problema de esta película viene a ser algo del estilo: es una película de momentos. Pero tampoco nos entusiasmemos, Noche en el Museo 2 no es Thiago, aquí no hay genialidades. La secuela de Noche en el Museo es manifiestamente peor que su primera entrega, y eso teniendo en cuenta que la primera tampoco era nada especial.  




 La cosa esta vez va de que en el museo de historia natural quieren sustituir las figuras por hologramas, y mandan  a bastantes de los personajes de la primera parte al Smithsonian. Allí un faraón malvado se hace con la tabla y pretende utilizarla para despertar a su ejercito de condenados y conquistar el mundo. Por supuesto Ben Stiller no va a permitir que eso pase, y las pasará muy putas mientras habla muy rápido para arreglar la situación. Esta vez el desfile de figuras históricas es mayor, el numero de homenajes cinematográficos es mayor, el numero de parodias es mayor, el numero de gags es mayor, el numero de escenas de acción es mayor, etc... Todo es mayor salvo la chispa y la duración. 



El primer problema de esta película es que hay demasiadas cosas encajadas en demasiado poco tiempo. Todo es extremadamente atropellado y ni siquiera hay espacio para disfrutar un poco de los personajes que plantea, ni de los nuevos ni de los que repiten. El segundo problema, más grave que el anterior, es la flagrante falta de chispa durante la mayor parte del tiempo. En ocasiones es tan rutinaria que hasta Ben Stiller parece estar aburriéndose.  

Pero el problema grave es que el comentaba al principio. La cosa en ningún momento funciona como una historia completa, sino como una sucesión de momentos sin mucha conexión entre ellos. Esto tampoco tendría por que hundirla si fuesen grandes momentos, pero no lo son. Hay algunos momentos buenos, hay momentos malos, no hay momentos geniales y si hay un puñado donde se hunde en el fango miserablemente. Entre la retahíla de gags, homenajes y parodias hay escenas absolutamente bochornosas, donde dan ganas de  abandonar y dedicarse a cualquier otra cosa más productiva (yo he aguantado, sacrificándome por vosotros, queridos lectores).  



Lo peor de todo es como eso ensombrece un gran trabajo de una carismática Amy Adams que, a contracorriente del resto de elementos, le da mucha vida y energía a las escenas en que es importante, y que está a punto de salvar la película. 



Pero no es suficiente, y al final queda una extraña sensación de simpatía hacia determinados fragmentos de la película, mezclada con el desprecio profundo a otros y la sensación de que si hubiese sido más película y menos recopilación de sketches, habría estado mucho mejor. 


1 comentario: