lunes, 22 de agosto de 2011

Crítica Nostálgica: ET, en verdad extraterrestre.

Alineación al centroTaaanaaaa nananaaanaanaanaaaa, taanaaaananananaaanaaaaa...

Si, voy a hacer una crítica de una película del 82. Veintinueve años después. Y esto solo es el principio. Como consejo inicial, aconsejo poner esto de fondo mientras me leeis por encima:



Bien, la pregunta que todos os estareis haciendo es, ¿por qué E.T? Sí, lo sé (en realidad se que no lo sé, pero me encanta utilizar frases del tipo "todos estareis preguntando que hacemos aquí, ¿verdad?"). Pues vereis, es muy simple: Porque el arte es atemporal. Porque es la mejor película de aventuras de la historia. Porque es genial. Porque sí.


La realidad más bien sería porque la vi en una sesión maratón junto a Super 8 el pasado jueves, y al refrescarme lo tremenda que es, me decidí a hacer una crítica de ella. Oh, ¿y la foto de arriba? E.T de la Atari, amigos, solo para probaros como el ser humano es, por desgracia, capaz de crear a partir de algo magistral un aborto abominable. Si teneis curiosidad y careceis de conocimiento nerd, ved esto.

En cualquier caso, hablemos de la película. Una película que, tras verla en la pantalla grande, uno nota que no se resiente con el paso del tiempo. Que es recibida con aplausos (tenues, hostia, que eramos pocos, pero aplausos al fin y al cabo) al término, pese a que todos los presentes la habríamos visto lo menos un par de veces cada uno. Y la veremos un par de veces más como poco, sin criticar nada en ella, encontrándola tan jodidamente como lo fue en su día.

Yo no la tenía muy fresca, y me sorprendí al ir recordando momentos olvidados, como el principio, con ese toque oscuro y hasta cierto punto siniestro. La excelencia de Spielberg al ocultar los rostros de los hombres toda la pelicula, hasta que el personaje de Peter Coyote (es su nombre, no se lo he puesto yo) entra en la casa aislada y llena de astronautas (escena monumental y terrorífica). La película juega con el espectador al convertir al clásico alienigena de película de terror, escondido entre la sombra, en un niño más mientras que los adultos, los hombres, son los verdaderos monstruos del cuento. Hasta esa escena, juega con nosotros, dejandonos solo con niños y, como excepción, la madre sufrida cuyo marido se ha ido a México. Este contrapunto rodea toda la historia, y es que es a veces una película amarga, con esa familia desestructurada y necesitada de algo que querer, algo que aparece en la forma de E.T., un siniestro y algo retrasado (al principio al menos) extraterrestre que solo quiere volver a casa y que no le importa que le travistan con tal de hacer feliz a los que le rodean.

Y pese a ese punto oscuro, pese a ese lado temible de la historia, al final todo repunta hacia la sonrisa y la lágrima emocionada. Hay muchísimo humor en esta comedia de aventuras, muchísimo humor del bueno. De hecho, diría que es la gran comedia de Spielberg, que nunca se ha acercado tanto al género como aquí, o al menos, no con tanto éxito. Pero, y esto es una certeza absoluta, lo que rebosa esta película es ternura: Todos y cada uno de los niños de la peli son pura entrañabilidad, Elliot mismo liderandolos en todo momento, y la propia madre es un personaje con el que uno llega a empatizar de inmediato. Incluso el bueno de Coyote, el hombre maloso de las llaves, es un buenazo más, como sorpresa final. Pero, por encima de todos está Drew Barrimore, como nunca ha vuelto a actuar, inmensa, una absoluta fábrica de sonrisas y creo que es muy responsable del Baby Boom del 83; muchísimas parejas al ver la película pensaron que tener un hijo tenía que ser la hostia si te salía como Drew, entrañable, achuchable, divertida. Craso error, parents.

Yo de niño también molaba mucho. Drew creció mejor, eso sí.

Hay algo genuino en el momento en que Elliot llora mientras ET se va a subir en la nave, esa aceptación de la pérdida que posiblemente se relacione con la de su padre, y en el caso de Spielberg, con la de los suyos. Inspira eso, ternura, ternura en estado puro. Ternura que se ve sacudida por el espíritu de la verdadera aventura, una que no necesita de tiros ni de explosiones para divertir al público (ahí falla Abrams, al no ser captar de coger este sencillo hecho), sino de bicicletas e imágenes para el recuerdo. Saltos, brincos, vuelos en bici y risas, no necesita de nada más. Una aventura sencilla (su trama es más simple que un botijo, pero complejísima a nivel de empatía con el espectador, de humor y de alcance), directa, que a día de hoy ha dejado su testigo a la gente de Pixar, en ejemplos tan claros como puedan ser Up, Ratatouille, Wall-E o Toy Story 3. Esa es la verdadera herencia de Amblin, no retroceder a los ochenta para rodar un Monstruoso con niños, y es que no hace falta viajar al pasado para encontrar un buen terreno para la aventura, sino la imaginación, el sentido de la emoción y el ritmo. Y, como prueba definitiva de lo que debería ser el buen cine de aventuras solo hay que buscar en la emoción, las sonrisas que te sacan unas películas y otras no, y en las que Pixar se ha convertido en el principal representante anual de las salas de cine. Simplemente.

Y como no soy de hacer críticas pedantes (MENTIRA), me limito a terminar: cuando algo te emociona hasta cierto punto, depende de lo que sea, lo defines de una forma. Si es una mujer (u hombre, o, en casos enfermos, animales, niños, cadáveres...), amor; si es un equipo de futbol, un sentimiento sin explicación (fanatismo); si es un cuadro, arte; si es una película, yo prefiero definirlo como una faquin masterpis. Una película, que de ser tan buena, es extraterrestre. Y esto es de lo que llevo escribiendo media hora.

PD: Divertídisima parodia. E, irónicamente, mas semejante a Super 8 que la propia original.


PDD: He prescindido comentar a John Williams. Pero bah, lo digo: Mejor BSO de la Historia, o, en su defecto, top X (donde X es el número de cada uno que empatan en lo más alto). Gloria pura.

1 comentario:

  1. E.T., Joe dante, Bill Murray, Gremlins explotando en un microondas, Slot...es la diferencia entre hacer cine para niños o tratarlos como disminuidos psíquicos.

    Por favor dadle unos minutos a otra de las grandes, protagonista de numerosas sobremesas de sábado antes de mis comas etílicos en el carvi:
    http://www.youtube.com/watch?v=1_lOyGcMIEU

    Empieza bien esto, saludos!

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